Utilizar el transporte público es bueno porque conoces mucho mejor la vida local.
Cogimos un Uber del aeropuerto al hotel, lo que nos permitió explorar el "sistema de túneles" del centro de la ciudad, ya que hay muchos lugares donde el tráfico discurre por largos túneles.
Optamos por la CharlieCard de 7 días, que cuesta 22,50 USD por persona. Es como una tarjeta de débito sin contacto (NFC): cuando subes al autobús, tocas el lector y listo. Y en el metro, abre la puerta.
La compramos en una máquina de la estación de autobuses. Por desgracia, el aparato no podía darnos un recibo en ese momento porque tenía un problema… Esto fue (sería) importante más tarde, cuando tuvimos problemas con la tarjeta.
Con este billete se pueden hacer viajes ilimitados. Se puede utilizar en casi todos los vehículos, incluso en autobuses de larga distancia y transbordadores.
Puede utilizarse para adquirir un abono mensual (55 o 90 USD, según el vehículo), un abono diario (11 USD) y como tarjeta de recarga. En este último caso, la tarjeta puede cargarse con dinero, y el importe se carga al subir a un vehículo.
Un billete de autobús cuesta 1,70 USD, y uno de metro, 2,40 USD (también se aplica a los transbordos en el metro).
También se pueden comprar billetes a través de la aplicación mTicket (App Store|Google Play). Sin embargo, pronto resultó que comprar un billete semanal era imposible. Además, no es necesariamente fácil para los turistas, porque para comprar un billete hay que especificar la parada de A a B, lo que es difícil de entender para los no locales.
CharlieCard y las máquinas expendedoras parecían más fáciles.
Csibi se descargó una aplicación de transporte recomendada por la aplicación mTicket: Transit (App Store|Google Play). Incluye horarios e información en directo. Hay partes gratuitas y de pago. Como turista, la parte gratuita es bastante suficiente (y sin publicidad).
El horario tiene buena pinta, además puedes ver cuándo llega el autobús y, en el mapa, incluso puedes ver el símbolo del autobús donde está. No solamente Boston, sino cientos de ciudades tienen horarios y datos en directo. Charlotte es una de ellas que pudimos utilizar varias veces.
Así que la aplicación es excelente.
Pero el tráfico mismo no lo es tanto. Con el metro todo va bien. Los metros pasan con frecuencia, solo ¡hay que tener mucho cuidado con la línea que se toma!
Sin embargo, los autobuses se retrasan a menudo y durante mucho tiempo. Hay muchas rutas de autobús diferentes, ¡y la app (y Google Maps) facilitan los desplazamientos! Los retrasos pueden ser molestos, porque no se retrasan solo unos minutos, sino que a veces llegan hasta 39 minutos.
Es completamente impredecible cuando hay pocas personas en el autobús. Pensábamos que habría bastante más gente después del trabajo. Pero incluso a las 12 del mediodía, nos encontramos con un autobús lleno. Y a las 7 de la tarde, hubo un retraso de 30 minutos. Solo en algunos lugares hay un carril exclusivo para autobuses, por lo que a menudo te ves atrapado en el tráfico. O simplemente hay que esperar en la parada.
Por lo demás, los autobuses están básicamente limpios, pero hay muchos tipos raros. Hubo varios días en los que no se pidieron billetes. No sabemos por qué.
Utilizamos el transporte público en casa - en Hungría - y lo he utilizado prácticamente toda mi vida, así que no es una gran sorpresa. Aun así, no es una alternativa atractiva en muchos sentidos.
Y aquí, en Estados Unidos, preferimos ir en coche; de otro modo, muchos lugares son inaccesibles o de difícil acceso. Puede que ya haya mencionado antes este ejemplo: vivimos a unos 12-15 minutos en coche del aeropuerto, pero en autobús son al menos entre una hora y media y dos horas.
De nuevo, es una ventaja poder utilizar la CharlieCard para ir a Salem, por ejemplo, que está a casi hora y media.
Así que tenemos sentimientos encontrados sobre el tráfico. Sin embargo, fue una decisión 100% acertada no alquilar un coche, en parte por los atascos y porque aparcar habría supuesto un reto (y probablemente tampoco barato).
El último día, cuando fuimos andando desde la Catedral hasta el Public Garden (Jardín Público), se demostró una vez más que no cuesta ningún esfuerzo ir de A a B a pie, ¡y creo que fue mucho más rápido que tomar el autobús!
Nosotros no vamos en bici, pero BLUEbikes forma parte del sistema de transporte público de Boston. Cuesta 26,75 USD al mes, y los primeros 45 minutos son gratis. El abono diario cuesta 10 USD, y las 2 primeras horas son gratuitas, luego 2,50 USD por cada 30 minutos adicionales o parte de ellos. Si solo lo necesita ocasionalmente, los primeros 30 minutos cuestan 2,95 USD, y luego 2,50 USD por cada 30 minutos adicionales. Un dato fundamental es que hay un depósito de 25 USD por transacción para los abonos diarios y de uso ocasional, que se libera a los 7 días. En muchos lugares hay carriles bici, y las bicicletas pueden utilizarse en los carriles designados para autobuses.
En Boston caminad mucho o utilizad el transporte público, ya que funciona bien y es fácil desplazarse. Eso sí, preparaos para los atascos y los retrasos.