Los que nos siguen en nuestra nueva página de Instagram (@WayOfClouds) ya saben que hace poco estuvimos en Nueva York.
¡Por fin!
Cuando aún vivíamos en Hungría, se nos ocurrió la idea de "Navidad en Nueva York", como Kevin (de Home alone).
Pedí una oferta cuando resultó que, si todo iba bien, ¡nos mudaríamos a Estados Unidos!
La mudanza se hizo, ¡pero Nueva York tardó mucho en llegar! Nunca pensamos que iríamos primero a California.
Cuando quisimos ir, el estúpido COVID ya había llegado, y Nueva York era un destino con condiciones especiales por aquel entonces. Y no cumplíamos esas condiciones.
Pero ahora era nuestro momento. ¡Tantos dicen que Nueva York es una visita obligada en Navidad (y en todas las estaciones 😄)!
Le envié unas fotos a mi hermana y me dijo que Nueva York no era para nosotros (porque no es una ciudad cálida ni costera). (En cierto modo, tiene razón, porque también hemos llegado a la conclusión de que, cuando hace frío, solo viajamos a lugares cálidos; este frío no es para nosotros.)
Solamente pasamos tres días aquí porque el objetivo principal era realmente contagiarnos del espíritu navideño.
Aparte de la Navidad, descubrimos una cantidad sorprendente de cosas en esos 2,5 días. Al principio tuvimos sentimientos encontrados, pero 2,5 días fueron suficientes para enamorarse de la ciudad (aparte de cosas particulares).
Volveremos porque aún nos faltan muchas cosas. Pero la próxima vez, ¡no en invierno!
Ahora, ¡vamos con los detalles!
Compramos nuestro vuelo el 12 de octubre (265 USD/persona). De nuevo, elegimos Delta por tercera vez consecutiva porque tenían un billete más barato. Pero como estábamos relativamente cerca de Navidad, lo tuvimos en cuenta. El vuelo era a JFK, pero salíamos del aeropuerto de LaGuardia de camino a casa.
Nuestro alojamiento estaba en Manhattan porque queríamos poder llegar fácilmente a pie a muchos sitios. Esta vez encontramos un mejor precio en Booking.com, no en la propia web del hotel. Elegimos el SpringHill Suites New York Manhattan/Times Square South de 3* en la calle 36. Por dos noches, cuesta 675 USD. No fue muy barato, pero en general aceptable para nosotros.
Nuestro vuelo desde Charlotte salió a las 6 de la mañana del 13 de diciembre. De nuevo, cogimos un vuelo muy temprano porque queríamos aprovechar el tiempo al máximo. Pedimos un Uber para las 4, que costó 46 USD debido a la hora temprana. (El aeropuerto está a solo 13-15 minutos…) Intentamos llegar al aeropuerto a tiempo porque están desarrollando y ampliando el aeropuerto aquí en Charlotte, así que además de la locura habitual, muchas cosas están cerradas. Se supone que habrá importantes atascos. Por suerte no nos encontramos con ningún atasco y llegamos sin problemas.
Imprimimos nuestra tarjeta de embarque, pasamos rápidamente por el control, compramos un café y ya estábamos listos para embarcar.
A algunos pasajeros les quitaron las maletas porque volvíamos a volar con un avión pequeño. Desgraciadamente, también se llevaron las nuestras, lo que no fue muy bueno, porque tuvimos que esperar mucho tiempo a que recogieran nuestro equipaje en el aeropuerto JFK (porque el avión llegó un poco antes y el personal aún no estaba allí).
Pero ese debería ser el mayor problema, ¿no?
El viaje fue tranquilo.
Así que aterrizamos en el aeropuerto JFK.
Queríamos ver la ciudad como Kevin en el episodio 2 de Solo en casa. Pero, obviamente, no pudimos. Kevin llega en un avión de American Airlines, y se puede ver la ciudad desde esa terminal, pero podría ser solo en la película… ¡Así que no funcionó!
En el aeropuerto, vimos dos cosas sorprendentes (para nosotros): una era la máquina de tarjetas SIM, y la otra era la máquina de flores frescas. 😀
Pero luego buscamos el metro llamado AirTrain.
Decidimos coger el transporte público hasta el alojamiento (Uber nos habría costado casi 70 USD).
El AirTrain JFK es un enlace ferroviario de 8,1 millas de largo que funciona 365 días al año, 24 horas al día.
Es de uso gratuito entre las terminales del aeropuerto, pero si vas o vienes de las estaciones de Jamaica u Howard Beach, la tarifa es de 8 USD, que se pagan con una MetroCard.
En nuestro caso, parece que embarcamos en el aeropuerto y fuimos a la estación de Jamaica; desde allí, hay que pagar para salir. Hay muchas máquinas de billetes. El billete básico cuesta 8 + 2,75 USD - eso es lo que hay que comprar, 8 para el AirTrain y 2,75 para un billete de metro.
Nosotros cargamos 20 USD en nuestra tarjeta (+1 USD por la nueva tarjeta). (Por cierto, también se puede utilizar una tarjeta de débito/crédito sin contacto para pagar un billete de metro. Yo no quise usarla, pero sin duda la usaría la próxima vez porque aquí también tuvimos algunos problemas. Tampoco nos gustó el transporte público aquí…)
En resumen, compramos el billete/abono. No hay abonos de 3 días, solo de una semana. Sin embargo, lo que mola es que pagas hasta 33 USD (usando el mismo método de pago), y luego no tienes que pagar más el resto de la semana (al menos según OMNY).
Tomamos el metro azul E desde Jamaica Station hasta Penn Station (34th Street), y fue solo un paseo hasta el hotel. Así que fue relativamente fácil llegar. Sin embargo, si llevas una maleta, ten cuidado porque cuesta mucho trabajo pasar por esa pequeña y estrecha entrada. Yo, por ejemplo, tuve que pasar la tarjeta dos veces, y me descontaron la tarifa dos veces… Así que es algo que hay que tener en cuenta si viajas con una maleta en transporte público. Hemos visto a otros levantar sus maletas después o hacerlo de forma más ingeniosa. 😄
De todos modos, el trayecto hasta Penn Station fue relativamente largo, unos 40-45 minutos. Había menos gente en el metro de lo que había imaginado. Lo que me chocó fue que se puede ir andando entre trenes. Da mucho miedo. Csibi lo intentó una vez en una de las terminales.
La otra cosa chocante es cuántas líneas de metro hay, con cuántos transbordos. (Y hay una estación de metro en cada esquina, y puedes oír y sentir el metro retumbando debajo de ti mientras caminas por la acera).
Cuando salimos del metro, lo primero que vimos fue el Empire State Building. ¡Impresionante!
Penn Station (Pennsylvania Station) es la estación ferroviaria más concurrida de Norteamérica. Por ella pasan 300.000 pasajeros al día.
Quisimos echar un vistazo, pero acabamos en el histórico edificio de Correos, situado enfrente. En este edificio se encuentra el Moynihan Train Hall, la nueva sede de Amtrak en Nueva York. Es una estación de categoría mundial con tecnología de vanguardia.
Hicimos un pequeño recorrido por aquí y luego continuamos hacia nuestro hotel, ya que queríamos ponernos en marcha lo antes posible, ¡solo que sin las maletas!
Encontramos el hotel muy rápido, ya que como he dicho tuvimos que andar unas 2 calles. Debido a lo temprano que llegamos, pensamos que no tendríamos habitación (de todas formas llegamos al hotel sobre las 10 de la mañana). Pero ya nos habían preparado la llave, y el recepcionista nos dijo que como era desayuno hasta las 11, podíamos ir a desayunar tranquilamente. Esta fue la primera sorpresa positiva, ya que normalmente el desayuno solo se sirve después de la primera noche.
El hotel apenas se ve desde fuera y tiene un aspecto estupendo desde dentro. El vestíbulo es enorme, todo engalanado con el esplendor navideño, y Last Christmas estaba sonando cuando llegamos.
La sala de desayuno también es enorme. La verdad es que no dimos muchas vueltas. Había café y pasteles en la puerta por la que entramos. Pensamos que era suficiente para desayunar.
Tomamos café, zumo de naranja y una o dos galletas. Luego encontramos algo de fruta, que nos llevamos para más tarde.
Juntos elegimos una magdalena gigante de naranja y arándanos. Este muffin era muy navideño: anaranjado, blando y muy delicioso.
El mayor problema fue que no teníamos agua (y tardamos mucho en llegar a la tienda).
Nuestra habitación estaba en la 4.ª planta, habitación 402. Es una habitación diminuta, pero tiene una bonita distribución, y el tiempo que pasamos allí fue suficiente. Tenía una cama, un pequeño sofá, un escritorio, una televisión, un frigorífico, un microondas, un armario y un cuarto de baño.
La verdad es que no se podía bailar en él… 😄 Sus ventanas daban a la calle.
Rápidamente deshacemos las maletas y nos dedicamos a conocer la ciudad.
El primer destino es el árbol de Navidad del Rockefeller Center, pero como Times Square está de camino, ¡empezamos por ahí!
¡Acompañadnos también al paseo neoyorquino!
