Al salir del SUMMIT, nos encontramos en un paso subterráneo con la Grand Central Terminal justo al lado. Inaugurada el 2 de febrero de 1913, la Grand Central Terminal es un monumento de fama mundial y un nudo de transportes en el centro de Manhattan.
Con 750.000 visitantes al día, Grand Central Terminal es uno de los destinos más visitados de Nueva York, justo después de Times Square.
Una de sus principales atracciones es el reloj situado en el centro del vestíbulo principal. Es un punto de encuentro frecuente para turistas y neoyorquinos.
Grand Central tiene una superficie de 19 hectáreas (190.000 m²). Con 44 andenes, la estación es la que más tiene del mundo en cuanto a número. En 2016, 67 vías estaban en funcionamiento regular para el tráfico de pasajeros. Hay dos niveles, ambos subterráneos, con 41 vías en el nivel superior y 26 en el nivel inferior.
La terminal es la segunda estación de tren más grande de Norteamérica después de Penn Station, también en Nueva York.
El vestíbulo principal nos parece fantástico. Aparece muy a menudo en películas y en televisión.
Este monumento histórico de fama mundial no es solo un nudo de transportes, sino también un centro comercial, gastronómico y cultural con 60 tiendas y 35 establecimientos de restauración.
Miré a mi alrededor asombrada y me sentí como en una película. Incluso fuimos testigos de una boda.
Es un edificio precioso.
Después paseamos por la zona, donde vimos bonitas estatuas de hipopótamos y rinocerontes. Esta vez también vimos el edificio Chrysler desde abajo.
También volvimos al edificio de la Biblioteca Central, donde los dos leones que custodian la entrada (Paciencia y Fuerza) llevan una corona roja con lazos alrededor del cuello.
Con casi 53 millones de ejemplares y 92 sedes, es la segunda biblioteca pública más grande de Estados Unidos y la cuarta del mundo. Se financia con fondos públicos y privados.
También se puede entrar en el edificio, donde echamos un vistazo tras un rápido control de equipajes. Hay un precioso árbol de Navidad en el vestíbulo; también echamos un vistazo a la sala de lectura y luego nos fuimos. La biblioteca acoge actualmente varias exposiciones.
El Bryant Park, de 39.000 m², está situado justo al lado de la biblioteca. Bajo él se encuentran los almacenes de la biblioteca.
Todo el parque está envuelto de espíritu navideño. Hay un pequeño mercado navideño, numerosos puestos de comida con mesas y sillas alrededor de la pista de patinaje, pequeños iglús, etc.
Aquí compramos unos mini donuts y chocolate caliente. Nos sentamos en una mesa soleada y observamos a los patinadores sobre hielo. Al fondo se veían los rascacielos y, mirando hacia atrás, el ascensor exterior SUMMIT en movimiento.
Pero volviendo al chocolate caliente… Fue el mejor chocolate caliente que hemos tomado hasta ahora. Solo en términos de consistencia, porque de lo contrario, era demasiado dulce para nuestro gusto. Pero era muy espeso, ¡cosa que no habíamos encontrado en ningún sitio hasta ahora! Si te gusta el chocolate caliente dulce, ¡te lo recomendamos!
Paseamos un poco más cuando vi a una mujer comiendo un pepino en un palo. ¡Cómo comemos helado!
No me lo podía creer. Sé que aquí a la gente le encantan los pepinillos por alguna razón (en muchos sitios se ven como un pequeño adorno, yo tampoco lo entendía). A nosotros también nos gustan los pepinillos como acompañamiento del plato principal, pero comerlos solos como una especie de "postre", bueno, ¡eso nunca se nos ocurriría!
Cuando planeamos el programa, teníamos en mente muchas versiones diferentes porque, por supuesto, queríamos ver muchas cosas. Sabíamos que no podríamos verlo todo en 3 días, así que lo reorganizamos varias veces y, por supuesto, lo cambiamos espontáneamente.
Así fuimos, por ejemplo, al puente de Brooklyn (y si vamos por ahí, el World Trade Center Memorial).
Así que desde Bryant Park, fuimos andando hasta una estación de metro. En realidad, ya estábamos agotados. La estación de metro está a unos 8 minutos. Hay que mencionar dos cosas aquí. La primera es que, como en las películas, hay alguien tocando música o cantando. Esta vez cantaba una mujer con una voz excelente.
La otra historia no es tan buena: tuve un problema con mi billete. Por suerte había un hombre en el mostrador de información que me ayudó. Csibi pasó por la puerta de entrada con su propia tarjeta.
Debido a esta situación, el metro salió justo delante de nosotros, teníamos 6 minutos antes de que llegara el siguiente, ¡y subimos a escuchar al cantante!
Y con el siguiente metro, fuimos a la parada del World Trade Center.
Primero dimos un largo paseo, vimos el memorial, el lugar del World Trade Center original 😔, y vimos el nuevo, que por supuesto, es un edificio muy alto.
En realidad, lo que pasó aquí sigue siendo incomprensible. Y quien sabe lo que paso realmente. Me desconcierta como dos edificios de este tamaño pudieron prácticamente colapsar de tal manera… En fin, probablemente no resolvamos este misterio, pero sigue siendo lamentable la cantidad de gente inocente que ha perdido la vida aquí.
La forma en que diseñaron el monumento es muy simbólica.
Paseamos por aquí y vimos un edificio enorme y de forma extraña (Westfield World Trade Center - un centro comercial, como se vio después).
Hay un montón de graffitis, y en dos lugares había un partido de fútbol (quizá Francia contra Marruecos) en una pantalla gigante en ese momento.
Después de verlo todo en esta plaza, volvimos a nuestro destino original. El puente de Brooklyn. Se suponía que sería un paseo de 15 minutos desde aquí si no hubiéramos estado tan cansados.
Pero seguimos caminando.
No sé si siempre están ahí, pero esta vez había muchos vendedores ambulantes de camino al puente. Vendían todo tipo de cosas, chucherías neoyorquinas.
Lo que más nos gustó fue el Puente de Brooklyn.
Es el puente colgante más antiguo de Estados Unidos y une la isla de Manhattan con Brooklyn. Fue el primer puente colgante de cables de acero del mundo y el más largo hasta 1903. Se empezó a construir el 3 de enero de 1870 y se abrió al tráfico el 24 de mayo de 1883. (Antes se llamaba Puente de Nueva York y Brooklyn).
Desde 2017 figura en la lista propuesta de Patrimonio de la Humanidad. Tiene una longitud total de 1.833,7 metros, con 6 carriles + carriles para peatones y bicicletas.
¡El viaje mereció la pena! La vista de la ciudad desde el puente también es fantástica. Había muchos turistas.
Caminamos bastante por el puente, pero solamente una parte del trayecto.
Cuando nos estábamos congelando y apenas podíamos andar, dimos media vuelta. Ahora teníamos que volver al metro. Ya teníamos hambre y decidimos buscar un restaurante cerca del hotel.
Pero cuando volvimos cerca de la estación de metro, recordamos que debía haber algún tipo de restaurante en este gran centro comercial. Pensamos que al menos podríamos descansar un poco.
Dimos dos vueltas por el lugar, pero no encontramos ningún patio de comidas. Entonces preguntamos a un guardia de seguridad que nos dio indicaciones, y así fue como finalmente encontramos los restaurantes. Para ser sinceros, nada nos atraía. Pero nos dijimos que, comiéramos lo que comiéramos, no iríamos más lejos.
Nos decidimos por la pizza. Fuimos a pedirla, ¡y no adivinarás el único sitio que estaba cerrado! Sí, la pizzería.
Nos decidimos por dos ensaladas. Nos sentamos (vaya, fue agradable sentarse un rato), almorzamos/cenamos y luego salimos a buscar el metro. Por suerte pudimos acercarnos desde dentro, pero claro, ¡estaba al otro lado del enorme edificio! 😄
Cogimos el metro hasta Penn Station en 10-15 minutos; desde allí, fueron "solo" 10 minutos andando hasta nuestro hotel.
En el hotel vimos que había un servicio de traslado al aeropuerto. Estaba previsto que lloviera al día siguiente, a partir del mediodía. No teníamos energía ni fuerzas para coger el transporte público hasta el aeropuerto, así que se nos ocurrió preguntar cómo era el servicio de traslado.
Acabamos pidiéndolo (y al día siguiente nos enteramos de que habrían pedido un taxi en recepción si lo hubiéramos preguntado).
El transporte costaba 60 USD, lo que nos pareció un poco excesivo, pero UBER habría tenido un precio similar, como comprobamos de camino.
La señora nos dijo que costaría 55 USD si pagábamos en efectivo, pero como no usamos mucho efectivo, optamos por la tarifa de 60 USD. Nos dieron un vale para volver al día siguiente.
Nuestro vuelo sale a las 18:50; tenemos que estar en el aeropuerto a las 16:50 y presentarnos en recepción a las 15:30.
Después nos duchamos y dormimos. Estábamos muy cansados. Hoy también hemos caminado casi 7 horas.
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